Las elecciones aclararán quiénes serán los candidatos para los comicios presidenciales de 2010.
Y es que estos comicios marcan el comienzo de la carrera para elegir el próximo presidente de Brasil.
Las encuestas sugieren que Lula tiene un nivel de apoyo extraordinario del 80%, hasta del 90% en algunas partes del país.
Como la Constitución no le permite presentarse para un tercer mandato consecutivo, Lula quiere aclarar el camino del candidato que elija para sucederle.
Es una tarea nada sencilla considerando que su Partido de los Trabajadores (PT), con el que Lula a veces se ha mostrado distante, no tiene a ninguna figura clara que pueda sucederle.
Rousseff
Por ahora el candidato con más opciones parece ser su poderosa jefa de gabinete, Dilma Rousseff. Cuando era una joven veintiañera, fue arrestada y torturada por oponerse con las armas al régimen militar y desde entonces ha sido una destacada activista de izquierdas.
Aunque carece del carisma de su jefe, es considerada una buena política y una administradora eficaz.
Algunos sugieren que Lula querría que asumiera el poder durante un mandato hasta que pueda volver a presentarse en 2014.
"Es la ministra más importante del gabinete de Lula", afirma el politólogo Rogerio Schmitt.
"Al principio fue ministra de Energía y ahora jefa de gabinete del presidente Lula y es muy respetada por conseguir que se haga lo que quiere trabajando siempre detrás del escenario".
Recientemente Rousseff se ha mantenido cerca del presidente en sus numerosas apariciones públicas.
Él la ha alabado y llegó a calificarla como "madre del PAC", en referencia al gran proyecto económico de Lula para reactivar el crecimiento de Brasil.
Papel controvertido
Pero en la carrera presidencial seguramente se enfrentará al experimentado político opositor y gobernador del estado de Sao Paulo, José Serra.
Aunque él perdió las elecciones de 2002 contra Lula, Rousseff no lo tendrá nada fácil si consigue ser la candidata del PT.
Serra, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), fue ministro de Salud y ayudó a desarrollar un admirado programa de tratamiento contra el SIDA. Como líder estudiantil, estuvo exiliado durante el régimen militar.
También Serra ha tenido un papel controvertido en la etapa previa a estas elecciones para elegir al nuevo alcalde de Sao Paulo.
No ha dado un apoyo entusiasta al candidato oficial de su propio partido, Geraldo Alckmin, como cabía esperar.
En vez de esto, ha dejado claro que prefiere al candidato del Partido Demócrata, Gilberto Kassab. Los expertos opinan ahora que habrá una segunda vuelta en las elecciones municipales de Sao Paulo entre Kassab y la candidata del PT, Marta Suplicy, antigua ministra de Turismo y ex alcaldesa de la ciudad.
"Sorprendentemente es mejor para Serra que Kassab pase a la segunda vuelta en vez de Alckmin aunque sea el candidato oficial del PSDB", afirma Schmitt.
"Porque Alckmin está siendo apoyado por el gobernador de Minas Gerais, Aecio Neves, otra figura del PSDB que intenta presentarse en 2010", agrega el politólogo.
El gobernador Neves es nieto de Tancredo Neves, figura clave durante la transición de Brasil a la democracia, y es alguien a quien se tendría que observar a medida que se aproximan las elecciones presidenciales.
"Aecio Neves es probablemente el gobernador más popular de Brasil, pero pocas personas lo conocen fuera de su estado de Minas Gerais", afirma Schmitt.
"Todavía es muy joven -tiene 48 años- y seguramente no cuenta con muchas opciones de batir a José Serra y convertirse en el candidato del PSDB en 2010", añade.
"Así que está haciendo lo posible, no sólo para ganar las elecciones en la capital de su estado, Belo Horizonte, sino también para darse a conocer entre los votantes y otros líderes políticos del país", asegura Schmitt.
"Nuevo mapa electoral"
Joao Paulo Peixoto, científico político de la Universidad de Brasilia, tiene pocas dudas sobre la importancia de los comicios de este domingo.
"El resultado establecerá un nuevo mapa electoral con respecto a 2010. Será especialmente relevante lo que pase en Sao Paulo", afirma Peixoto.
"La popularidad de Lula no se verá afectada por el resultado. Pero el PT será más o menos fuerte tras el seis de octubre con respecto a los comicios presidenciales. Sin mencionar la importancia del resultado para las aspiraciones de José Serra", añade.
La campaña electoral se ha enfocado en temas del día a día como transporte y salud.
En la ciudad de Río de Janeiro el problema de la violencia ha sido muy relevante.
El ejército ha sido enviado a algunas favelas para asegurar que las bandas de dogas y las milicias ilegales no influyan en la votación.
Sin embargo, el impacto de estas elecciones podría ir más allá, ayudando o dificultando las aspiraciones de los candidatos a convertirse en el próximo presidente de Brasil, el país más grande de Sudamérica y una de las mayores democracias del mundo.
BBC