quinta-feira, 2 de abril de 2009

Cumbre del G20:Un éxito aún por comprobarse


El acuerdo alcanzado por los líderes del G-20 en Londres ha sido calificado de histórico por el primer ministro británico, Gordon Brown.
"Hoy es el día en que el mundo se unió para luchar contra la recesión global", dijo el anfitrión de la cumbre al abrir la conferencia de prensa en la que anunció las conclusiones alcanzadas después de horas de negociaciones con sus contrapartes.
Y en el comunicado oficial, todo parece indicar que las divergencias y la animosidad que se había visto entre los miembros del grupo -especialmente en los días previos a la reunión- quedaron de lado tras las discusiones del jueves.
Si hay algo que se le debe reconocer al comunicado final es que no deja tema sin tocar: todos los puntos en discusión -incluso los más álgidos- se llevan una mención y, al parecer, tienen una solución consensuada.
La cumbre, además, no escaseó en declaraciones grandilocuentes.
Brown dijo: "Se terminó el viejo Consenso de Washington", en referencia al pensamiento económico que aseguró, durante décadas, que el mercado solucionaría sus correcciones por sí mismo, sin necesidad de intervención estatal.
"Hemos logrado un nuevo consenso de que haremos lo necesario para reestablecer el crecimiento y el empleo, y evitar que una crisis de este tipo se repita nuevamente", agregó.
El mejor ejemplo de estos es el Fondo Monetario Internacional (FMI): la organización, tanto en términos de los recursos que tiene como de su forma de funcionar, entra en una nueva era después de esta cumbre.
Así se reflejó la insistencia de los países emergentes para aumentar su poder de influencia por sobre la institución -un reclamo de China y Brasil, entre otros- y la mejor rendición de cuentas del desprestigiado organismo, algo que buscaba la presidenta argentina, Cristina Fernández.
México se llevó una mención especial de apoyo a su préstamo pedido al FMI, algo que insinúa que el presidente Felipe Calderón logró uno de sus claros objetivos en la cumbre.
Por eso y porque se reiteró el compromiso de los países miembros del G-20 a evitar las prácticas proteccionistas y apostar por el libre comercio, América Latina puede estar conforme con los resultados de la reunión de Londres.
También, entre los anuncios, están los límites a los salarios de los banqueros y un férreo control a los paraísos fiscales. Además, se expresó un compromiso de mantener y en algunos casos aumentar la ayuda para los países más pobres, que en muchos casos son los más impactados por la crisis. Lo interesante es que esa ayuda no sólo llegará de manera directa: también los países en desarrollo se verán beneficiados por un aumento de US$250.000 millones en crédito comercial, algo que podría reavivar las exportaciones de materias primas desde las economías emergentes en el corto plazo.
En la conferencia de prensa que ofreció al final del día, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que esa ayuda aliviaría a los más necesitados de África y América Latina.
Todos los líderes, desde Nicolás Sarkozy (quien dijo que la cumbre "es más de lo que podía esperar") hasta Barack Obama, insistieron en que este paquete de medidas decididas en Londres no son las primeras ni serán las últimas que el G-20 tomará de manera coordinada para paliar la crisis. En una próxima cumbre en el otoño boreal, en un lugar a definir, el G-20 se reunirá de nuevo para evaluar cómo funcionó lo que se decidió este jueves en londres
Link:BBCNews