quarta-feira, 11 de fevereiro de 2009

Mundo:Los ''activos tóxicos'', acertijo para Estados Unidos y Europa


Todos esperaban la señal de salida. Se tenía contemplado que el gobierno del nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, marcara el inicio de la recuperación de la confianza en los mercados internacionales con el anuncio de su plan económico contra la crisis.
Pero la ansiada indicación nunca llegó. El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, dejó en cambio a muchos ansiosos, sobre todo en el sector bancario internacional.
En otras palabras, no hubo fórmula mágica desde Washington para hacer desaparecer los “activos tóxicos” que han perdido gran parte de su valor -o su valor del todo- y que aparecen en los libros contables bancarios en todo el mundo. ¿Qué hacer con estos?, se preguntan banqueros y gobernantes tanto en Estados Unidos como al otro lado del Atlántico.
Hay quienes proponen la fundación de un “banco tóxico” al cual vayan a dar todos los activos de poco valor, con el propósito específico de no permitir que su cotización se siga desplomando. En Alemania, tal propuesta ha encontrado simpatizantes y detractores.
En el primer sector se ubica el presidente del Deutsche Bank, Josef Ackerman. Desde diciembre pasado, éste se manifestó a favor de una institución similar que, desde su perspectiva, debería ser financiada por el Estado. En diversas ocasiones, la canciller Angela Merkel ha rechazado la propuesta.
Lo mismo hizo ya el socialdemócrata Peer Steinbrück, ministro federal de Finanzas, quien afirmó que “el modelo de un ‘banco tóxico' no es realizable.
A nivel europeo las cosas no se ven mejor: no habrá una respuesta antes del 1 de marzo, fecha en que se realizará una cumbre extraordinaria de la Unión Europea.
En el encuentro podrían darse a conocer algunas directrices generales a nivel comunitario para aliviar el peso de los activos sin valor dentro del sistema bancario. Aún así, faltaría determinar aspectos técnicos centrales, como por ejemplo el cálculo de la cotización de dichos activos.
El discurso de los responsables financieros en el nuevo gobierno estadounidense era importante para el resto del mundo, como posible punto de partida para la etapa de las soluciones.
Al final, las palabras de Geithner no fueron suficientes para retornar la confianza a los mercados.
“Uno no puede anunciar un importante discurso durante dos semanas y luego dar apenas un bosquejo general de lo que se piensa hacer”, opinaron corredores de bolsa en Frankfurt.
En resumen, falta claridad y precisión a ambos lados del Atlántico, sobre la manera de combatir efectos concretos de la crisis financiera internacional.
Enrique López Magallón -Deutsche Welle