terça-feira, 1 de julho de 2008

Antiglobalistas critican el actual proyecto “neoliberal” de integración europea

Con motivo del inicio de la presidencia francesa en la UE,Deutsche Welle habló con Aureli Trouvé, co-presidenta de ATTAC Francia.
La organización ATTAC, fundada en Francia hace diez años para vigilar las transacciones de los mercados financieros, se ha convertido entretanto en la bandera de un amplio movimiento social que incomoda a grandes trasnacionales e incluso a gobiernos europeos. Attac critica que el Tratado de Lisboa regule las políticas económicas, financieras y tributarias, pero cuestiones sociales, como los niveles salariales y el mercado de trabajo, son ignoradas. La actual construcción europea da prioridad a la libre competencia y a la estabilidad de precios, mientras que la protección a los derechos sociales es secundaria.
¿Cuáles son sus demandas ahora que el gobierno francés asume la presidencia en turno de la Unión Europea?
Aurelí Trouvé: Nuestra primera demanda tiene que ver con la negativa al Tratado de Lisboa de Irlanda. Pedimos que se respete como una expresión de la voluntad popular, una negativa que también han expresado los ciudadanos franceses y los holandeses, y que es resultado de la brecha democrática existente entre la población y los responsables de la construcción europea. Creemos que es necesario un amplio debate con la mayor participación ciudadana sobre la construcción democrática de la Unión Europea. Demandamos al gobierno francés y al resto de los Estados miembro que respeten la negativa y que no intenten imponer el Tratado de Lisboa.
Se dice que la Unión Europea está dando un vuelco a la derecha. Acaba de aprobar una prolongación de la semana laboral hasta 78 horas, impondrá también una nueva directiva que permitirá a los gobiernos encarcelar a los inmigrantes ilegales durante 18 meses antes de deportarlos. ¿Es el fin de la Europa social?
La actual construcción europea es cada vez menos social y cada vez más orientada a los mercados y la libre competencia, cada vez menos interesada en los derechos sociales. Eso lo demuestran las últimas iniciativas de la Unión Europea que usted menciona y es lo que los ciudadanos están rechazando. La población quiere un proyecto europeo social y democrático, pero lo que hemos visto últimamente no tiene nada que ver con esto.
Deutsche Welle