“Brasil "no acepta", de ninguna manera, la idea de clasificación de las FARC como movimiento insurgente o como movimiento beligerante, que les daría estatus en el derecho internacional. No estamos de acuerdo con eso”, dijo Amorim en una comparecencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa del Senado.
Amorim también se declaró contrario a un diálogo político con las FARC. “No estoy a favor de comenzar un diálogo político con las FARC (…) Creo que para eso sería necesario primero liberar todos los secuestrados. Demostrar efectivamente que está con toda disposición”.
El ministro fue convocado, según cuenta la AFP, para explicar la posición de Brasil ante la reciente crisis desatada. Varios senadores cuestionaron que Brasil no clasifique a las FARC como grupo terrorista.
“¿Cómo es posible que Brasil se mantenga neutro entre un gobierno legítimo y el bandidismo?“, le cuestionó el senador laborista Jefferson Peres. “Brasil debería pronunciarse contra las FARC“, le reclamó el centrista Jarbas Vasconcelos, aliado del Gobierno.
Amorim dijo que “Brasil no tiene hábito de clasificar organizaciones. La única clasificada como terrorista es Al Qaida, debido a una resolución de la ONU”. Dijo incluso que una clasificación podría no ayudar en el caso de que Brasil participara en una eventual mediación de un acuerdo humanitario.
Pero fue enfático al asegurar que “no tenemos duda ni titubeamos en criticar, condenar y repudiar todos los actos terroristas practicados por las FARC” y que “en ningún momento se oyó una palabra de tolerancia del gobierno brasileño en relación a las FARC”.
Por otro lado, el diario español “El Mundo” cuenta hoy como Brasil ha blindado militarmente su frontera con Colombia para impedir que las FARC entren y/o se instalen en su territorio.