¿Avanza proceso de reformas de la UE?
La crisis internacional de los mercados financieros hace peligrar muchos de los esfuerzos por impulsar el crecimiento en la UE. Expertos demandan más esfuerzo por parte de los gobiernos europeos.
Las palabras del presidente de la Comisión Europea sonaron como un conjuro: "¡La estrategia de Lisboa funciona!", enfatizó José Manuel Barroso justo antes de que comenzara la cumbre de la Unión Europea en Bruselas a mediados de marzo.
El portugués intentó consagrar una buena dosis de optimismo a despejar las crecientes dudas que rodean el concepto de crecimiento acordado hace ocho años en el bloque. Pero su trabajo no pareció dar grandes frutos. Los 27 jefes de Estado y de gobierno no pudieron reconocer más que un resultado relativamente modesto de la llamada agenda de Lisboa.
El portugués intentó consagrar una buena dosis de optimismo a despejar las crecientes dudas que rodean el concepto de crecimiento acordado hace ocho años en el bloque. Pero su trabajo no pareció dar grandes frutos. Los 27 jefes de Estado y de gobierno no pudieron reconocer más que un resultado relativamente modesto de la llamada agenda de Lisboa.
El presidente del principal órgano de la UE elogió la tendencia positiva de diversas economías nacionales. "En los últimos dos años se crearon en la UE más de 6,5 millones de puestos de trabajo". Sin embargo, una tasa de ocupación del 66 por ciento está aún por debajo del objetivo planteado: un 70 por ciento. Barroso advirtió que muchos de los Estados miembro tienen un largo camino por recorrer: "No podemos descansar".
La crisis internacional de los mercados financieros podría volver papel mojado muchos de los esfuerzos por impulsar el crecimiento, cuyo pronóstico para 2008 ya fue rebajado a un dos por ciento. Sin los robustos datos coyunturales y presupuestarios de los últimos dos años, la UE tendría que volver a postergar su objetivo de convertirse "en la región más competitiva del mundo".
Así lo reconocen también los ambiciosos eslovenos, que en breve presentan su balance parcial al frente de la UE: "A pesar de una cierta desaceleración, estoy convencido de que la Unión actúa sobre una base segura", adelantó el primer ministro esloveno y actual presidente de turno de la UE, Janez Jansa.
El ministro de Finanzas alemán, Peer Steinbrück, aseguró haber acordado con sus homólogos un "paquete de medidas" para protegerse de futuras crisis crediticias: "El Consejo Europeo no se había dedicado nunca con tanta intensidad al tema". Entre las medidas habría reglas más estrictas para el capital privado de los bancos y nuevas prescripciones de transparencia para productos de inversión.
Pero donde hay luz, también aparecen sombras: ante el comienzo del "tercer ciclo", ámbitos fundamentales del proceso de Lisboa apenas experimentaron avances. Muchos socios se niegan rotundamente a adaptar su legislación laboral nacional, y varios van muy por detrás de sus objetivos en materia de fondos para investigación: según la oficina estadística europea, en 2006 dedicaron apenas un 1,84 por ciento de su economía, muy por debajo del tres por ciento que debería alcanzarse en 2010 según lo establecido en la hoja de ruta de Lisboa en 2000.
¿Europa empobrecida?
Por otra parte, calidad y cantidad no siempre van de la mano en materia laboral. Más trabajo no significa mejor trabajo. Los sindicatos europeos alzaron recientemente la voz de alarma: los líderes del bloque, reclamaron, deben combatir con decisión la caída de los salarios y la amenaza del "empobrecimiento de millones de trabajadores".
Incluso aunque el crecimiento constituye un indicador insuficiente, los economistas sostienen que ni siquiera este mínimo se ha alcanzado. Los expertos exigieron acelerar los plazos de reforma en la UE para hacer frente a la competencia asiática. "Los gobiernos deben seguir esforzándose si no quieren poner en riesgo los avances".
Por ahora es difícil saber si los números de dentro de un año darán la razón a los optimistas o los escépticos. Los mandatarios del bloque no quieren rendirse a pesar de que el viento, actualmente, sopla en contra: "Tenemos bien cubiertas las espaldas para afrontar la nueva fase", se apresuró a garantizar Barroso tras la cumbre. "El regreso al proteccionismo sería una locura".
Incluso aunque el crecimiento constituye un indicador insuficiente, los economistas sostienen que ni siquiera este mínimo se ha alcanzado. Los expertos exigieron acelerar los plazos de reforma en la UE para hacer frente a la competencia asiática. "Los gobiernos deben seguir esforzándose si no quieren poner en riesgo los avances".
Por ahora es difícil saber si los números de dentro de un año darán la razón a los optimistas o los escépticos. Los mandatarios del bloque no quieren rendirse a pesar de que el viento, actualmente, sopla en contra: "Tenemos bien cubiertas las espaldas para afrontar la nueva fase", se apresuró a garantizar Barroso tras la cumbre. "El regreso al proteccionismo sería una locura".
DW-WORLD.DE