Deutsche Welle-World habló con Klaus Bodemer, del Instituto de Estudios Latinoamericanos de Hamburgo.
La crisis en Argentina dura ya más de 100 días. "Es difícil predecir cómo va a desarrollarse este conflicto", confiesa Bodemer. "Si el Gobierno no pone alguna oferta nueva sobre la mesa, la cosa amenaza con escalar y quedar totalmente fuera de control".
"El problema es que el Gobierno carece de un concepto, de una verdadera política económica", opina Bodemer, "y convocar manifestaciones no sirve para nada."
Un populismo con tradición
"Apelar a la calle y movilizar seguidores en lugar de buscar soluciones negociadas es un método con larga tradición en Argentina. Los peronistas lo han usado desde los años 50", comenta Bodemer. Y de él se sirve conscientemente Néstor Kirchner, ahora presidente del Partido Justicialista, al llamar a su gente a "recuperar" la Plaza de Mayo.Esa política populista de reunir a los tuyos en un acto de demostración de fuerza no se da en ningún otro país de América Latina como en Argentina.
"Los partidos argentinos no son como los europeos, que tienen un programa y una estructura definida. En ellos hay grupos y bandos, hoy están los 'kirchneristas' y los 'cristinistas', etc. Y se agrupan siempre en torno a un líder, a un dirigente carismático."
"En estos momentos, en Argentina tenemos un sistema de partido único: la oposición prácticamente no existe"
Deutsche Welle