Pedro Lastra explica en su columna de opinión en qué consiste el verdadero sentimiento separatista de una buena parte de la población: quieren separarse, no de Venezuela sino de quien la gobierna.
Macky Navajas
Pedro Lastra
Incontinente, neurótico y fabulador, quien para nuestra inmensa desgracia funge de presidente de todos los venezolanos ha vuelto a las andadas. No se puede estar quieto un segundo sin escupir, amenazar, gargajear, revolver sus entretelas, empujar y golpear a quien se encuentre en sus proximidades. El propio matón de barrio. O como le llamaran en la Alemania pre nazi: Macky Navajas.
Incontinente, neurótico y fabulador, quien para nuestra inmensa desgracia funge de presidente de todos los venezolanos ha vuelto a las andadas. No se puede estar quieto un segundo sin escupir, amenazar, gargajear, revolver sus entretelas, empujar y golpear a quien se encuentre en sus proximidades. El propio matón de barrio. O como le llamaran en la Alemania pre nazi: Macky Navajas.
Ha llevado sus echonerías al extremo de la prepotencia. Jura que es el dueño del cotarro, que cual más cual menos todos los presidentes de América Latina le deben sumisión y obediencia y no para de amenazar a las oposiciones de sus compinches y secuaces en los países en que logró meter su largo y dolarizado cucharón golpista. Precisamente: olvida que el cocalero boliviano se agarró el coroto después de sendos golpes de estado, inspirados por Fidel Castro y financiados por la varita mágica de nuestra chequera inagotable. ¿Legítimo un origen pringado de corrupción, conspiración e injerencia extranjera? Evo Morales es, de todos los presidentes habidos en Bolivia, el único que llegó a la presidencia en hombros de la mano peluda de un gorila suramericano. El King Kong de Miraflores.
Y como la partida le ha salido torcida, la oposición boliviana que ni es pendeja ni se deja comprar ya tiene al líder de los cocaleros bolivianos en 3 y 2, monta en cólera y amenaza a la oposición boliviana como si de Hitler zampándose a los polacos se tratara.
¿No estará consumiéndose de egolatría? ¿No estará carcomido por la más feroz megalomanía que haya conocido Venezuela en toda su historia?
¿No estará volviéndose loco de remate?
Su particular delirium tremens le lleva a ver enemigos hasta en la sopa. Ya inventa movimientos secesionistas y guerras de anexión, esgrime sus aviones y carros de combate para humillar el orgullo de los zulianos y cree que alguien allí le parará un milímetro. Como si la constitución, la misma que se mandó a hacer a su medida y que los sastrecitos de la constituyente le cortaran al detalle, fuera bazofia, basura, mierda de la más pestilente – él que tanto ama el término - . Y los zulianos y los carabobeños y los sucrenses y los merideños y los trujillanos, los anzoatiguenses y los falconianos, los aragüeños, monaguenses, margariteños y larenses no tuvieran sus propios estados y el derecho a elegir a la cabeza de ellos a quien les salga del soberano forro de sus entretelas.
¡Centralismo o Federación! Vuelve el grito zamorano, el que espetara Antonio Leocadio Guzmán, a quien le sabía a ñoña el uno o la otra. Pero quien alguna de las dos opciones debía representar para ascender hasta las alturas del Poder. Dijo Federación e igual pudo haber dicho centralismo, como él mismo lo confesara. Pero nuestro Hugo Chávez, barinés de Sabaneta, sí es centralista y centralizador de los peores. Tipo Stalin, tipo Luis XIV. Tipo Augusto Pinochet. Tipo Fulgencio Batista y Chapita Trujillo.
Descienda de esas alturas de anime y cartón pintado, presidente. Aquí nadie quiere separatismo. Lo que todos quieres es separarse…pero de usted.
Noticias24