terça-feira, 15 de abril de 2008

Biocombustibles y deforestación

Los ministros de Medio Ambiente de la UE debatieron posibles fórmulas para combatir la deforestación, y discutieron sobre vías para garantizar la sostenibilidad de los biocombustibles.
Los titulares comunitarios celebraron en Brdo, Eslovenia, país que preside la UE este semestre, una reunión informal en la que se ocuparon analizaron vías para combatir la deforestación.
El comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, subrayó que para frenar la destrucción de bosques y selvas hacen falta líneas de financiación que los países de la Unión están analizando. Una de las posibles soluciones, según el comisario, sería destinar a ese objetivo una parte de los beneficios que se obtengan de la futura venta a la industria de permisos para emitir CO2, dentro del sistema europeo de comercio de emisiones.
Otra posibilidad sería la concesión de créditos, también dentro del régimen de comercio de emisiones, a los proyectos para frenar la destrucción de selvas o destinados al mantenimiento de las mismas.
Por otra parte, los ministros hablaron del objetivo fijado por la UE de aumentar de aquí a 2020 el porcentaje de biocombustibles hasta el 10 por ciento, meta cada vez más criticada tanto por grupos ecologistas como por algunos gobiernos, que temen que el uso de esos carburantes produzca más daño que ventajas al entorno.
Reino Unido y Alemania se han planteado, incluso, renunciar al objetivo fijado a nivel comunitario.
El ministro esloveno de Medio Ambiente, Janez Podobnik, recordó que la Unión cuenta con un grupo de expertos que está analizando distintas posibilidades para garantizar la sostenibilidad de los biocombustibles.
El 7 de mayo tendrá lugar una reunión del Comité de Representantes Permanentes de la UE (Coreper) que presentará una propuesta concreta en esa área, explicó el ministro. Uno de los temas que más debate genera, señaló, es la lista de productos que serían aceptados dentro de los objetivos para los biocombustibles.
La Comisión Europea quiere que se incluyan aquellos que permitan un ahorro de las emisiones de al menos el 50 por ciento (en un principio pedía un 35%) frente a los combustibles fósiles, porcentaje que suscita discrepancias entre los Estados miembros.
Dimas indicó que, aparte de ese aspecto, se contemplan otras condiciones, como no permitir transformar en tierras de cultivo para biocombustibles zonas que, como los bosques, almacenan CO2 y que de ser destruidas llevarían a un aumento de las emisiones.
El titular esloveno adelantó que probablemente la UE establezca una solución en "dos fases" para los biocombustibles, aunque no quiso adelantar ni los dos periodos que se barajan, ni los porcentajes de ahorro de emisiones que deberán implicar.
DW-WORLD