"Necesitamos un renacimiento de la agricultura, un aumento de la producción agraria en Alemania, en toda la UE y sobre todo en los países emergentes", subrayó el político "En la UE hemos parado 3,8 millones de hectáreas aptas para la agricultura y ganadería para luchar contra un excedente de leche, mantequilla, vino y carne. Se tienen que volver a utilizar esas superficies lo antes posible", agregó.
Seehofer recordó que el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA) espera que la demanda de alimentos aumente un 60 por ciento hasta 2030. "Tenemos que producir más alimentos en todo el mundo para evitar más subidas de precios. Los alimentos no salen de la cazuela", enfatizó.
El alza en los precios de los alimentos junto al encarecimiento de la energía provocaron que la inflación en la zona euro se elevara en marzo hasta un 3,6 por ciento interanual, una marca muy superior al dos por ciento que recomienda el Banco Central Europeo para garantizar la estabilidad de los precios.
El alza en los precios de los alimentos junto al encarecimiento de la energía provocaron que la inflación en la zona euro se elevara en marzo hasta un 3,6 por ciento interanual, una marca muy superior al dos por ciento que recomienda el Banco Central Europeo para garantizar la estabilidad de los precios.
Brasil: fin de subsidios agrícolas para frenar crisis alimentaria
Por su parte, el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, dijo que la culpa del alza de los precios de los alimentos son los subsidios agrícolas en los países ricos.
Según el canciller brasileño, la propia Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y Agricultura (FAO) reconoció que "lo que impidió el crecimiento de la producción de alimentos en países africanos y sudamericanos fueron los subsidios, y no el biocombustible".
El canciller brasileño rechazó así las críticas de organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, a los programas de incentivo a la producción de biocombustibles para reducir la demanda por derivados de petróleo.
Según el canciller brasileño, la propia Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y Agricultura (FAO) reconoció que "lo que impidió el crecimiento de la producción de alimentos en países africanos y sudamericanos fueron los subsidios, y no el biocombustible".
El canciller brasileño rechazó así las críticas de organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, a los programas de incentivo a la producción de biocombustibles para reducir la demanda por derivados de petróleo.
Agencias/pk
Deutsche Welle
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